El Real Zaragoza logró una victoria agónica por 3-2 ante el Cartagena en un encuentro que mantuvo a los aficionados al borde de su asiento hasta el último minuto. El partido, disputado en el estadio de La Romareda, fue crucial para las aspiraciones del equipo zaragocista, que luchaba por asegurar su permanencia en la Liga SmartBank, mientras que el Cartagena ya estaba descendido y jugaba por el honor.
Un Partido de Emociones y Contradicciones
Desde el pitido inicial, el encuentro estuvo marcado por la tensión, y ambos equipos sabían que este enfrentamiento era vital para sus respectivos objetivos. El Cartagena, ya sin opciones de salvarse, se presentó con una actitud valiente, mientras que el Zaragoza, presionado por la urgencia de la victoria, no dejó de atacar en todo momento.
El primer gol llegó sorprendentemente a favor del Cartagena en el minuto 18, cuando un disparo de Pepín se coló en la portería zaragocista tras un despeje defectuoso de la defensa local. Este gol dejó helados a los seguidores del Zaragoza, que temían que la presión de la permanencia les pasara factura.
Sin embargo, el Zaragoza no tardó en reaccionar. Solo unos minutos después, el equipo local encontró el empate gracias a un remate de cabeza de Jair, quien aprovechó un centro perfecto de Álex Blanco. El estadio estalló en júbilo, pero la alegría fue efímera, ya que el Cartagena volvió a adelantarse en el marcador con otro gol de Pepín, quien aprovechó un balón suelto en el área para anotar su segundo tanto del partido.
La Remontada Zaragocista: Del Desespero a la Euforia
Con el 1-2 en contra, el Real Zaragoza sabía que solo la victoria le aseguraría la permanencia en la categoría. La presión aumentaba conforme avanzaban los minutos, pero el equipo no perdió la compostura y siguió buscando el gol con una intensidad imparable.
El empate llegó en el minuto 88, cuando Iván Azón, con gran temple y frialdad, aprovechó un error en la salida de balón del Cartagena y marcó con un disparo colocado que dejó sin opciones al portero visitante. La afición zaragocista estalló de alegría, pero aún quedaba tiempo para una última sorpresa.
En el minuto 97, cuando todo parecía indicar que el empate era inevitable, Dani Gómez, uno de los jugadores más destacados de la temporada, recibió un balón filtrado dentro del área y, con una gran definición, anotó el gol que selló la victoria para el Zaragoza. La euforia en las gradas fue indescriptible, y los jugadores corrieron hacia los aficionados para celebrar un triunfo que les aseguraba su lugar en la Liga SmartBank para la próxima temporada.
Un Triunfo que Vale Oro
La victoria no solo fue importante en términos deportivos, sino que también permitió al Real Zaragoza romper una racha de resultados negativos y calmar los nervios de los jugadores y la afición. Aunque el Cartagena ya estaba descendido, el Zaragoza sabía que no podía relajarse y que el partido debía ser ganado a toda costa.
Tras el pitido final, el entrenador del Zaragoza, Gabi, destacó la valentía y la lucha del equipo, que no se rindió a pesar de ir en desventaja en dos ocasiones durante el partido. “Es un triunfo que nos da mucha tranquilidad. No ha sido fácil, pero hemos demostrado que somos un equipo que no se rinde”, comentó el técnico en rueda de prensa.
La Permanencia Asegurada
Con los tres puntos conseguidos, el Real Zaragoza se asegura la permanencia en la Liga SmartBank, lo que les permite enfocarse ahora en la próxima temporada, en la que buscarán mejorar su rendimiento y aspirar a posiciones más altas en la clasificación. Sin embargo, el equipo ya ha demostrado que tiene la capacidad de luchar en los momentos más difíciles, y esta victoria será recordada como un símbolo de su fortaleza y determinación.
Para la afición del Zaragoza, este triunfo significó mucho más que tres puntos: fue una muestra del espíritu de lucha del equipo, y la certeza de que, pase lo que pase, siempre pelearán hasta el último minuto por su camiseta y por su ciudad.